Descripción
A quienes están familiarizados con la trayectoria de Justo L. González como historiador no le sorprenderá su tesis que la creación incluye tanto la naturaleza como la historia. Si la creación es “la niña de los ojos de Dios”, la historia es el campo de acción de Dios. Este libro nos plantea el desafío de vivir el discipulado cristiano en términos del ejercicio amoroso de la mayordomía de la creación y de la búsqueda del Reino de Dios y su justicia en medio de los avatares de la historia.