Fe, Biblia y genocidio en Gaza

Hay tres elementos que permiten el genocidio: el colonialismo, el racismo y la teología que los justifica, con la afirmación de que los judíos están regresando a su tierra. Debemos denunciar al sionismo por lo que es: es una ideología y un movimiento motivado por el colonialismo que desplaza y reemplaza; que crea un sistema de apartheid y que es capaz de cometer crímenes de guerra, un genocidio en Gaza. Esta no puede ser una ideología cristiana. El sionismo es contrario a la bondad, la justicia y el amor de Dios. Está en contra de las buenas nuevas del evangelio. Cuando los cristianos apoyan el sionismo están declarando que Dios es racista.

La delegación de Kairos Palestina celebra un acto público con organizaciones de la sociedad civil y grupos palestinos con el Padre Alex Zanotelli

Rev. Munther Isaac

Nápoles, Italia, 17 de febrero de 2025

Es para mí una alegría y un placer estar con ustedes. Ojalá estuviera aquí en otras circunstancias. Estoy aquí como parte de una delegación de Kairos Palestina, un movimiento de base de cristianos palestinos de diferentes iglesias. Y creemos que nuestra fe en Jesucristo nos obliga a trabajar por la justicia. Hablaré sobre el título de mi charla: Fe, Biblia y genocidio en Gaza. Y me gustaría empezar con una cita de un teólogo cristiano palestino de Gaza. Se llama Yousef, como el padre de Jesús. Yousef dice:

El genocidio contra el pueblo palestino no comenzó en 2023, sino que lleva en marcha más de 100 años. El genocidio, después de todo, es una historia, una narrativa, antes de ejecutarse. Es una ideología que comenzó en las mentes de cristianos protosionistas, sionistas y orientalistas que afirmaban que Palestina era una tierra sin gente.

Como palestinos, cuando hablamos de este tema de la Biblia, la tierra y ahora el genocidio, hablamos con mucha rabia. Es un tema muy personal para nosotros porque se trata de nuestras vidas, nuestras tierras, nuestro futuro. Pero como cristianos palestinos estamos indignados porque toda esta injusticia y opresión se justifica en nombre de Dios y de la Biblia. Así que mi tesis es sencilla: se ha producido un genocidio a la vista de todo el mundo. Y la teología cristiana, principalmente la teología cristiana occidental, ha desempeñado un papel vergonzoso y trágico al habilitar este genocidio.

Por supuesto, no estoy afirmando que la teología sea el único factor. De hecho, en mi libro hablo de tres elementos que permiten el genocidio: el colonialismo (Israel como imperio,
Estados Unidos como imperio) es el primero, el racismo es el segundo y la teología es el tercero. Porque si nos fijamos en lo que ha sucedido en Palestina en los últimos 16 meses y lo analizamos, vemos una tremenda hipocresía y doble estándar, porque se ignoró por completo el derecho internacional. Se ignoraron por completo los derechos humanos en lo que respecta a los palestinos. Y debemos preguntarnos por qué. Recuerden estas tres palabras: colonialismo, racismo y teología. Esta es la razón.

Colonialismo

El derecho internacional no se aplica a las superpotencias. No les importa el derecho internacional ni los derechos humanos. Cuando los imperios se expanden, no les importa el valor humano, no les importan los seres humanos. Se preocupan más por sus intereses, por cómo expandirse. Israel sirve a los intereses del imperio. El colonialismo se basa en el racismo que cree que algunos grupos de personas tienen menos dignidad y son menos valiosas que otras, para decirlo simplemente. Y los imperios necesitan la teología para justificar y dar legitimidad a los pecados del colonialismo y el racismo. Así que colonialismo, racismo y teología, siempre trabajan a la par.

Los imperios aplastan, son superiores, son supremos. Y por eso los demás son inferiores y menos humanos. Para ello necesitan deshumanizar, incluso demonizar, al otro bando. Así tenemos la islamofobia, el lenguaje de la tradición judeocristiana, como supremo a todo lo demás. Y ahora dicen que están luchando contra terroristas, contra animales humanos, cuando hablan de los palestinos. E incluso en esta matriz, los cristianos de Oriente Medio son vistos como inferiores.

Por cierto, todo esto se ilustra más recientemente, por ejemplo, en el llamado “plan de Trump para poseer Gaza”. Es un plan colonialista. Trump piensa que porque es poderoso y rico puede tomar y poseer a otros países. Y el plan significa la limpieza de 2.000.000 de palestinos. Los jefes de las iglesias de Jerusalén se han pronunciado enérgicamente contra este plan. Dijeron «no, este es un plan malvado». Pero Trump escuchó a sus propios profetas. Tiene líderes religiosos que le dicen al oído que él es Dios encarnado. Tiene líderes de fe, tiene líderes evangélicos que le dicen que es un enviado de Dios. Así que la opinión o la postura de los cristianos palestinos para él es irrelevante y a esos profetas –los evangélicos que le susurran al oído– no les importamos.

Racismo

Y del mismo modo, como he dicho, en esta guerra hemos descubierto la fuerza o la magnitud del racismo contra los palestinos. Los dirigentes occidentales no ven a los palestinos como seres humanos iguales. ¿Cómo se explica, si no, el silencio frente a la masacre de más de 17.000 niños en Gaza? Lo que nos choca a los palestinos –y quizá no debería habernos chocado– es el silencio de Europa. Porque durante muchos años nos dieron lecciones sobre derechos humanos y antisemitismo. Creo que el racismo hacia los palestinos se debe en realidad a la vergonzosa historia de antisemitismo de Occidente, que en mi opinión no se abordó a nivel fundacional después de la Segunda Guerra Mundial. En su lugar, las potencias occidentales exportaron su racismo a Palestina. Sin enfrentarse a sus propios prejuicios, a su sentido de superioridad y supremacía blanca, en lugar de ello transfirieron todo esto sobre nosotros, los palestinos. Pagamos el precio del antisemitismo occidental. El apoyo incuestionable de Occidente al sionismo –un sionismo que es una ideología exclusivista que ahora ha construido un sistema de apartheid en Palestina– este apoyo al sionismo es una respuesta y una evasión de su propio antisemitismo y racismo histórico.

Teología

Hablemos ahora de teología. El teólogo palestino Mitri Raheb habla de los equipos (el hardware) del imperio y de los programas (el software) o núcleo blando del imperio. Y dice que la teología es el software del imperio. Permítanme explicar lo que eso significa: el colonialismo sionista de Palestina, cuando Israel se creó como Estado, tuvo que limpiar étnicamente a 800.000 palestinos. Israel no se construyó sobre tierra vacía. Israel se construyó, literalmente, sobre las ruinas de más de 470 ciudades y pueblos. Y como he dicho, 800.000 palestinos se convirtieron en refugiados. La historia de la creación de Israel es una definición de libro de texto del colonialismo de colonos. que desplaza y reemplaza. Desplaza por la fuerza y luego sustituye por nuevos habitantes. Pero en la mentalidad occidental, y en los círculos eclesiásticos, todo esto se describe como «el regreso de los judíos a su tierra», o «el cumplimiento de la profecía». Así que hubo un cambio completo de la narrativa. Los indígenas de la tierra, los palestinos, son ahora los extranjeros, incluso los enemigos de Dios. Pero un judío que nació en Brooklyn, una persona judía que nació en Nueva York, es ahora –debido a la teología– una persona indígena de la tierra y que está regresando a su tierra. Y así, debido a esta teología, la mente cristiana occidental está orientada a apoyar a Israel. Ven a Israel como el pueblo bueno. Los árabes son los enemigos, el lado malo. Y como dije, todo lo que se necesita es un lenguaje simple: «Judíos que regresan a su tierra».

Y en la teología occidental, la conexión entre Dios, el pueblo judío y la tierra, el pacto, está bien establecida hoy en día. Debido a esto yo, como palestino indígena de la tierra, que he estado en la tierra durante miles de años, incluso llevando el testimonio cristiano en la región, soy ahora considerado el obstáculo, el extraño, el enemigo. Y en esta guerra, todo esto se elevó a un nuevo nivel: tanto los líderes sionistas judíos como los sionistas cristianos han llamado a los palestinos los amalecitas. En la Biblia los amalecitas deben ser completamente borrados. Así que tenemos líderes cristianos y líderes judíos diciendo que los palestinos son como los amalecitas y que debemos ser completamente eliminados, incluso borrados de la memoria. Tenemos políticos estadounidenses que la llaman guerra religiosa. Tenemos políticos cristianos estadounidenses sugiriendo que Israel ataque Gaza o lance bombas nucleares sobre Gaza.

En esta guerra también hemos sido testigos de cómo muchos teólogos cristianos utilizan el lenguaje de la teoría de la guerra justa. Dicen que Israel tiene el deber legítimo de llevar a cabo esta guerra. Tengo un problema con la teoría de la guerra justa. Para mí, es una herramienta del imperio para dar legitimidad a su expansión. Pero pensemos en la teoría de la guerra justa en el contexto palestino. Porque en esta guerra también escuchamos a muchos, muchos líderes eclesiásticos decir «Israel tiene derecho a defenderse». Y por cierto, todo esto lo repitieron políticos europeos y también iglesias europeas. Por favor, escuchen lo que está pasando aquí: nos están diciendo que el colonizador tiene derecho a defenderse del colonizado. Que el ocupante se está defendiendo del ocupado. Una entidad política que está imponiendo un sistema de apartheid sobre nosotros los palestinos indígenas, ahora se nos dice que se están defendiendo de los que viven bajo el apartheid.
Además, cuando se habla de la teoría de la guerra justa, se hace de la masacre de 17.000 niños la justicia de Dios. Y es por eso que los cristianos palestinos, incluyendo Kairos Palestina, han hablado fuertemente en contra de este uso de la teoría de la guerra justa. En noviembre de 2023, un mes después de la guerra, esto es lo que escribimos. Este es un documento de los cristianos palestinos, incluyendo a Kairos Palestina:
Somos conscientes del legado cristiano occidental de la teoría de la guerra justa que se utilizó para justificar el lanzamiento de bombas atómicas sobre civiles inocentes en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, y también la destrucción de Iraq y la casi total eliminación de la población cristiana iraquí durante la última guerra estadounidense contra Iraq. Así también como el apoyo inquebrantable y acrítico a Israel contra los palestinos en nombre de la supremacía moral y la autodefensa.

Y luego, en esta guerra, como he dicho, vimos cómo las antiguas iglesias, especialmente en Europa, adoptaron inmediatamente la narrativa sionista, repitiendo una y otra vez que Israel tiene derecho a defenderse. Hasta el punto de que una iglesia como la evangélica alemana, hasta hoy no ha pedido en ningún momento el alto al fuego.

En esta guerra también conocimos el concepto de las declaraciones de las iglesias. En estas declaraciones de las iglesias muchas veces se hace un llamamiento al alto al fuego; en la mayoría de las iglesias se dice que queremos un alto al fuego. Pero nunca se condena a Israel. No condenan a Israel. Condenan a los palestinos, describen el 7 de octubre como indiscriminado, brutal, utilizan palabras fuertes para condenar lo que ocurrió el 7 de octubre. Pero no condenan la matanza de 47.000 palestinos. A veces piden a Israel que respete el derecho internacional. Pero no condenan a Israel. No nombran crímenes de guerra, no dicen que esto es un crimen de guerra. Por cierto, no hace falta ser un experto para saber que lo que está haciendo Israel son crímenes de guerra; la negación de alimentos, la inanición, es un crimen de guerra. Todo el mundo lo sabe. Pero las iglesias nunca dicen «Israel está cometiendo crímenes de guerra». A veces las iglesias hablan de la tragedia humana de Gaza. Lamentan que mueran niños y expresan sus condolencias. Pero nunca dicen «Israel está cometiendo crímenes de guerra al matar niños indiscriminadamente».

E incluso las iglesias que hablan enérgicamente a favor de la paz y que han estado pidiendo «queremos un alto el fuego, esto es humanitario» –el Vaticano ha sido muy firme: «alto el fuego ya»– suelen hacer todo lo posible por mantener una doble cara, la postura de «ambos lados», el lado de la diplomacia. El cristianismo diplomático es muy fuerte hoy en día. Y en Palestina se expresa en el lenguaje de «el conflicto palestino-israelí». Permítanme decirles algo importante: no hay conflicto en Palestina, no hay conflicto palestino-israelí. Es un lenguaje equivocado. En los años 80, no se decía «hay un conflicto blanco-negro en Sudáfrica»; se decía «hay Apartheid». No se hablaba del conflicto argelino-francés; existía el colonialismo de Argelia. No hay dos bandos luchando en Palestina: hay un bando que aplasta completamente al otro.

Me han oído utilizar mucho la palabra apartheid. El apartheid es reconocido por la mayoría de las organizaciones internacionales y de derechos humanos. Ni siquiera es objeto de debate. Pero la iglesia y los líderes eclesiásticos no utilizan este término, lo cual me sorprende. ¿Saben por qué? Porque nos gustan las historias de «ambos lados» , nos gusta estar en el medio, nos gusta ser los pacificadores. Cuando lo hacemos, ignoramos deliberadamente la realidad. Por eso vengo diciendo desde hace años: pacificar significa llamar a las cosas por su nombre. Y también significa tomar partido. En la tradición sudafricana contra el apartheid, el documento de Kairos Sudáfrica habla de dos tipos de teología: habla de teología del Estado y habla de teología de la Iglesia. La teología del Estado es la teología del apartheid que afirma que algunas personas son superiores, que llama a la opresión. Pero también existe la teología de la Iglesia, la teología de la neutralidad, la teología de la paz. La paz que no toma partido ni busca la justicia. Esa es la teología de la iglesia. Y en esta guerra hemos visto evidentes y claros crímenes de guerra contra la humanidad. ¿Está exigiendo la iglesia que haya rendición de cuentas? ¿Exigimos justicia, que los que cometen crímenes se hagan responsables de sus hechos?

Conclusión

He aquí mi conclusión: debemos denunciar al sionismo por lo que es. Es una ideología y un movimiento motivado por el colonialismo que desplaza y reemplaza; que crea un sistema de apartheid y que es capaz de cometer crímenes de guerra, un genocidio en Gaza. Esta no puede ser una ideología justificada por la teología cristiana. Y hoy, muchos, muchos líderes judíos están diciendo que esto no puede ser una ideología judía. De hecho, los líderes judíos de hoy son más explícitos, son más fuertes en sus críticas al sionismo que los cristianos. Como cristiano, estoy convencido de que el sionismo es contrario a la bondad, la justicia y el amor de Dios. Está en contra de las buenas nuevas del evangelio. Cuando los cristianos apoyan el sionismo están declarando que Dios es racista.

Por eso digo que este es un momento crítico en la vida de la Iglesia. ¿Por qué? Porque el lema «nunca más» se ha convertido en «una vez más». No solo una vez más un genocidio, sino una vez más a la teología que justifica el genocidio. Debemos declarar la cuestión palestina como una cuestión ética pero también una cuestión confesional. El documento de Kairos Palestina de 2009 que se ha mencionado habla de Palestina como una cuestión ética; y en otro documento de Kairos Palestina también decimos que, además, es una cuestión confesional. En otras palabras, si son cristianos y apoyan el sionismo y el genocidio y la limpieza étnica, están poniendo en juego la credibilidad de nuestra fe cristiana. Es más que una cuestión ética: no se puede apoyar a Dios y al apartheid.

Y, por último, la iglesia debe adoptar una postura. Dios se solidariza con los oprimidos. Esto es claramente lo que enseña la Biblia. Por tanto, esta debe ser la postura de la iglesia: debemos tomar partido por los oprimidos. Por eso dije el año pasado: «Jesús nace en los escombros de Gaza». Lo que quería decir es que Dios se solidariza con las víctimas oprimidas de Gaza, con las víctimas del genocidio. Y creo que la iglesia también está llamada a hacer lo mismo. Empieza llamando a las cosas por su nombre: si es apartheid o genocidio, debe llamarlo «apartheid», y «genocidio». Esto también significa exigir justicia.

Este es el camino a seguir, creo. Esta es nuestra vocación como líderes religiosos.

Tiempo de preguntas y respuestas

Otras voces Sí, hay otras voces. En todos los momentos de la historia hay otras voces. He mencionado Sudáfrica y la teología del Estado y la teología de la Iglesia, pero el documento también habla de teología profética. Y alguien ha mencionado el contexto latinoamericano y otros contextos que también han sido voces que apoyan la justicia. Con la cuestión de Palestina, estas voces son siempre minoritarias. Y nuestro problema como palestinos es que cuando se produjo un genocidio ante el mundo, las voces callaron. La mayoría de las voces callaron.
Tengo un libro en preparación sobre cómo respondieron las iglesias al genocidio. Fue un libro muy difícil de escribir. No trata de una iglesia, ni de un pastor, ni de una denominación. Trata de todas las confesiones, de todo el mundo. El libro fue difícil porque había muchos ejemplos de cristianos que justificaban el genocidio. Y quizá esas voces fueron tan fuertes y ruidosas que hicieron que yo, como palestino, no escuchara las otras voces que estaban a favor de la justicia.

Judíos no sionistas En cuanto a la cuestión de hablar con los judíos que se oponen al sionismo, ahora mismo, como palestinos, nuestra prioridad es sobrevivir. Debo ser muy sincero: no puedo pensar con dos o tres años de antelación, ni siquiera con un año. No lo sé. La pregunta que me hago ahora es: ¿Sobreviviremos a lo que está ocurriendo hoy? En una época hablábamos no solo con esas voces judías, sino que incluso me he sentado a la mesa de discusiones judías con judíos sionistas. Muchas veces, como cristianos, pensamos: «Si tan solo tuviéramos diálogo, las cosas sucederían». Intentamos dialogar. Pero aquí está de nuevo el problema: hasta que no estemos dispuestos a denunciar el desequilibrio en las estructuras, que hay un opresor y un oprimido, no podremos avanzar.

Iglesias occidentales Una pregunta sobre las iglesias occidentales. ¿Se trata de Estados Unidos? La respuesta es que no, sino que es la teología occidental en general. Y por supuesto, estoy generalizando. Porque hay muchos en la iglesia occidental que apoyan a Palestina y no son sionistas. Pero, de nuevo, si se observa el espectro de la teología occidental, desde la muy conservadora a la muy liberal, se encuentra apoyo al sionismo en ambos lados. Y muchos suelen pensar que el problema son principalmente los evangélicos estadounidenses. No es así: es en todo el espectro.

Papa Francisco Había una pregunta sobre el Papa Francisco. Como todos ustedes, hoy rezo por su salud. Sé que está atravesando una grave enfermedad. Lo amamos al Papa Francisco, de verdad. Durante muchos años su foto orando en el muro de separación estuvo en mi despacho. Nos llegó al corazón. Y por lo que he oído, habla con la Iglesia de Gaza todos los días. Refleja el corazón y la compasión de Dios. Y fue uno de los únicos líderes eclesiásticos fuertes que mencionó la palabra genocidio. Y antes de eso, terrorismo. Sinceramente, creo que este es el único camino a seguir, porque si como cristianos nos quedamos «sin dientes», si somos demasiado pacíficos, los opresores sentirán que pueden hacer lo que quieran. Mi pregunta es sencilla: ¿importa el derecho internacional? ¿importan los derechos humanos? Es una pregunta sencilla: sí o no. Porque cuando la iglesia dice «en realidad no tenemos que hablar del genocidio o del apartheid y, sino limitarnos a reflejar la compasión», creo que estamos dando luz verde a los Estados para que cometan crímenes de guerra.

Lectura judía de la Biblia Hubo una pregunta sobre la lectura judía de la Biblia, cómo leen la Biblia los judíos. Creo que es importante recordar que no hay una única lectura judía, sino que hay muchas lecturas judías. Así que los colonos de Cisjordania leen la Biblia de forma diferente a los rabinos por los derechos humanos o a los de Voz Judía por la Paz. Leen la misma Biblia pero tienen diferentes interpretaciones. Por supuesto que a mí, como estudioso de la Biblia, me encantan las innumerables enseñanzas del Antiguo Testamento sobre justicia, igualdad, compasión, incluso sobre tratar al extranjero como a un nativo. La Biblia está llena de esto, incluso las Escrituras hebreas. Pero, de nuevo, es una cuestión de interpretación. Y por eso en el documento de Kairos Palestina hablamos de la militarización de la Biblia: la Biblia se convierte en un arma. Así que utilizamos la Biblia para justificar la apropiación de tierras, el desplazamiento de personas, incluso el asesinato de personas. Por eso la interpretación bíblica es una cuestión muy seria. Y para mí, siempre debemos hacernos la pregunta: ¿refleja nuestra interpretación el corazón de Dios tal y como se nos revela en la vida y las enseñanzas de Jesús?


Rev. Munther Isaac

Ex Asilo Filangieri, Nápoles, Italia 17 de febrero de 2025 La delegación de Kairos Palestina celebra un acto público con organizaciones de la sociedad civil y grupos palestinos con el Padre Alex Zanotelli
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