Un clamor repetido de los cristianos de Palestina

¡Aprendan a hacer el bien!
¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido!
¡Aboguen por el huérfano
y defiendan a la viuda!».
Isaías 1:17

Ante la Nakba en curso –caracterizada por una mayor limpieza étnica y ocupación ilegal, un régimen de apartheid abiertamente racista y un genocidio acelerado del pueblo palestino, financiado en gran parte por la administración estadounidense y permitido por las potencias occidentales– hacemos una pausa en este primer aniversario del 7 de octubre para reconocer y llorar el sufrimiento y la devastadora pérdida de vidas de nuestros hermanos de Gaza y de todos aquellos que son víctimas de la guerra y la violencia. Y para pedir que se ponga fin a las continuas matanzas y a la destrucción excesiva de infraestructuras, viviendas y todos los aspectos de la vida por parte del Estado de Israel, que se extiende cada vez más a Cisjordania (incluido el este de Jerusalén) y ahora al Líbano y que amenaza con desencadenar una guerra
en toda la región.

Aunque celebramos y nos sentimos fortalecidos por las manifestaciones de solidaridad en ciudades de todo el mundo –especialmente por la valentía y el testimonio de estudiantes en los campus universitarios–, nos indigna la indiferencia de Occidente ante el derecho internacional y las convenciones de derechos humanos, a menos que la aplicación de estas leyes y convenciones responda a los fines hegemónicos del Imperio. Nos deja perplejos la indiferencia de la sociedad civil ante nuestro sufrimiento. Nos entristece la falta de solidaridad en tantos sectores de la Iglesia mundial ante un genocidio declarado probable por el Tribunal Internacional de Justicia.

Kairós Palestina lleva mucho tiempo advirtiendo de la casi extinción de los cristianos palestinos en su tierra natal, es decir, en Gaza y en toda Palestina. Hemos hecho sonar las alarmas, hemos escrito declaraciones, hemos viajado por todo el mundo para compartir nuestro testimonio. ¡¿Qué más debemos hacer para lograr su atención y su acción?! Aún así, afligidos, perplejos, perseguidos y abatidos, seguimos poniendo nuestra confianza en Jesús de Nazaret, que vivió entre un pueblo que sufría una brutal ocupación imperial, que se preocupó por los marginados y oprimidos, y que encarnó un espíritu de amor radical y justicia profética.

Empoderados por Él e inspirados por quienes trabajan a nuestro lado, anhelamos la paz. A través de la no
violencia, seguimos buscando –e insistiendo en obtener– nuestra libertad, el respeto a nuestros derechos
humanos y nuestro derecho a la autodeterminación como pueblo. Necesitamos su ayuda.

  • Hacemos un llamado a las iglesias para que se levanten y exijan un alto al fuego inmediato e incondicional que ponga fin a la catástrofe humanitaria y a la pérdida de más vidas inocentes y facilite la entrega de ayuda vital y el paso seguro del personal humanitario y médico.
  • Hacemos un llamado a los países y líderes políticos de todo el mundo para que hagan cumplir la sentencia de la Corte Internacional de Justicia que ponga fin al apartheid israelí y a la ocupación ilegal del territorio palestino.
  • Pedimos a la Corte Penal Internacional que exija responsabilidades a quienes han cometido y siguen cometiendo crímenes de guerra.
  • Hacemos un llamado a la sociedad civil mundial para que presione a Israel a fin de que cumpla el derecho internacional que se describe en las Convenciones de Ginebra, particularmente la Cuarta Convención de Ginebra, que se centra en la protección de los civiles durante los conflictos y la ocupación, y para que adopte la estrategia no violenta de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel hasta que cumpla el derecho internacional y los Principios Universales de Derechos Humanos.

Dios, levanta profetas y personas de buena voluntad entre los líderes mundiales, en nuestras iglesias y en Israel, que vean y luego hagan lo que es correcto y justo para el pueblo palestino que ha resistido la
opresión durante muchas décadas. Devuelve a nuestra tierra su santidad, transfórmala en una tierra de
justicia y paz para todos sus habitantes.

Kairos Palestina, el movimiento ecuménico cristiano palestino no violento más amplio, se basa en el documento de Kairos Palestina: A Moment of Truth (Un momento de verdad), lanzado en 2009, que afirma que los cristianos palestinos son parte integrante de la nación palestina, pide la paz para poner fin a todo sufrimiento en Tierra Santa trabajando por la justicia, la esperanza y el amor, abrazado por la comunidad cristiana, firmado por todas las organizaciones cristianas palestinas históricamente reconocidas y respaldado por los autoridades de las Iglesias de Jerusalén.

Email: kairos@kairospalestine.ps / Página web: www.kairospalestine.ps