Descripción
Toda formulación teológica nace siempre en un contexto histórico específico y debido a circunstancias peculiares y cuestiones locales. La teología debe ser un instrumento que posibilite obedecer a Dios en tiempos y situaciones concretas.
En las últimas décadas se ha enfatizado acertadamente la necesidad de teologías locales y contextuales. Se ha abandonado el concepto de una teología única para todas las culturas, los continentes y los idiomas. Sin embargo, en el mundo globalizado del siglo 21, la labor teológica no puede ser excesivamente local. Siempre necesita el diálogo con la iglesia global, el diálogo con la «nube de testigos» que nos antecedieron en 2000 años de historia del cristianismo. Es por eso que teología local y teología global no deben ser contradictorias.